Aurelio Montes cumplió este año su cosecha número 50 y para celebrarlo vuelve a sus orígenes en el Valle del Maipo, pero esta vez con la sabiduría del camino recorrido. Hoy nace Muse, un superícono que nace como un homenaje a las musas que lo han inspirado en toda su carrera.
“Esta es mi cosecha número 50, miro hacia atrás a mis orígenes vitivinícolas donde aprendí por primera vez a trabajar como viticultor y enólogo. Fue en una bodega tradicional chilena ubicada en el Valle del Maipo. Cinco décadas después, quise regresar al mismo valle y volver a hacer vino allí, pero desde una perspectiva diferente; una que sólo puedes obtener después de toda una vida como viticultor.
Retornando a mis inicios, quería rendir homenaje a todas las mujeres de mi familia que me han ayudado a ser quien soy. Inspirándome en estas figuras importantes de mi vida, decidí hacer un vino para ellas. Un vino muy significativo. Un vino inspirador hecho para la celebración. Este es, pues, un vino inspirado en mis musas, en el que he buscado crear suprema elegancia y sutil distinción”.
Aurelio Montes Badesen
Este Cabernet Sauvignon 2019 presenta un característico y profundo color rojo rubí, con aromas muy elegantes y delicados, donde dominan los berries rojos maduros, como la frutilla, ciruela roja y zarzaparrilla, además del licor de cassis y almíbar de cerezas. De su paso por barrica de roble, se perciben notas de tabaco, dulce de leche y moca, muy bien balanceadas con el perfil frutal. Los taninos son muy suaves, acordes con la pureza de los aromas. El vino es vibrante y amplio, pero equilibrado al mismo tiempo, de gran persistencia y complejidad.
Montes Muse ha sido elaborado con amor y pasión, utilizando uvas seleccionadas a mano de un lugar especial, en una de las zonas vitivinícolas más reconocidas de Chile, Alto Maipo, ubicada en las faldas de la Cordillera de los Andes, a unos 460 m sobre el nivel del mar, en la ribera sur del Rio Maipo.
El viñedo se encuentra sobre una terraza aluvial de sedimentos arrastrados por el Río Maipo durante millones de años. Los suelos cuentan con baja fertilidad y muy buen drenaje, gracias a la presencia de piedras aluviales y una mezcla de arcilla, sedimentos y arena, lo que nos permite cultivar vides de Cabernet Sauvignon con vigor controlado, entregándonos un vino de sutil elegancia y finura.