La uva de Merlot es una de las cepas de tinto más comunes alrededor del mundo, y Chile no es la excepción. En los vinos de esta uva predominan distintas notas a bayas como frutilla, frambuesa, grosellas o cassis, y frutas oscuras, como ciruela, y guinda, aunque además es posible percibir en su cuerpo notas de pimienta negra, cuero y ahumado. Su color es de un atractivo rubí oscuro con tonos violetas.
Sus características y su versatilidad hacen de este vino el maridaje perfecto para una gran variedad de platos, ya sean salados o dulces.
Aperitivo y bocadillos: quesos maduros como el Gruyère o el Cheddar, u otros como el Brie, Azul o incluso un buen fondue de queso. También el Merlot resulta perfecto con vegetales grillados o asados, como zapallo, tomate, setas, cebolla o papa camote, ideal con un toque ahumado, además de frutos secos y aceitunas verdes o negras.
Pescados: idealmente aquellos de sabor intenso y composición más grasa, como el salmón, bonito, bacalao, o atún; estos, preparados asados, al horno o al pilpil, por ejemplo, son una excelente opción para maridar.
Carnes rojas: armoniza muy bien con preparaciones como filete a la plancha, hamburguesas, estofados suaves, estos acompañados de salsas con tomillo, ciruelas, berries o trufa. Pueden servirse junto a verduras salteadas, papas al horno o crema pastelera.
Platos picantes y masas: el Merlot y las especias picantes hacen una muy buena combinación. Platos como el curry indio, tacos, burritos, son perfectos con este vino. El merquén también es una excelente alternativa para agregar a platos como lentejas o pollo a la plancha. También hacen buena dupla con el Merlot las pastas y las pizzas, aliñadas con especias como orégano o albahaca.
Postres: para cerrar la comida con broche de oro, las peras al vino tinto, volcán de chocolate o el membrillo son un excelente maridaje para el Merlot.
Ya sea en plato, tabla o como un picoteo informal, ¿qué otros platos sugerirías para acompañar con una buena copa de Merlot?